Sala 3: DiagnósticoEl diagnóstico de epilepsia en la Antigüedad Diagnóstico moderno de la epilepsia El diagnóstico de epilepsia en la AntigüedadLa "enfermedad sagrada", la epilepsia, así diagnosticada por los griegos de la Antigüedad, los romanos y más tarde por los médicos bizantinos, influenciados por los anteriores. Su diagnóstico se hacía sobre todo por los síntomas clínicos, o sea por las crisis epilépticas observadas. Los "instrumentos para diagnosticar" de los que disponían los médicos de la Antigüedad, ya que otros no existían, eran los de la exacta observancia, una detallada anamnesis (en primer lugar se recogían las informaciones de los allegados al paciente) y un pensamiento analítico. Sólo en ocasiones excepcionales factores adicionales apoyaban este método para diagnosticar: Ya en la Antigüedad se conocía, que en algunas personas los resplandores producidos por el torno del alfarero podían desencadenar crisis epilépticas. De esta manera era posible objetivizar en algunos pacientes de epilepsia la predisposición a la crisis. Hoy sabemos que se trata de la fotosensibilidad que algunas personas experimentan. Esta predisposición se comprueba hoy en el laboratorio de EEG por medio de estímulos luminosos intermitentes (estreboscopio). Se puede provocar una crisis de este tipo también a través de video-juegos, televisión o por los cambios de luces en las discotecas. Naturalmente se utilizaron en la antigüedad prácticas muy discutibles para efectuar un diagnóstico: Diagnóstico moderno de la epilepsia
El
electroencefalograma (EEG: registro de la actividad eléctrica cerebral)
es la prueba diagnóstica fundamental en la epilepsia.
Los electrodos se colocan en la cabeza en número variado y según
se estipula en el modelo internacional de repartición. Estos electrodos
se fijan a la cabeza por medio de una caperuza de goma; se utilizan aproximadamente
de 20 a 40, o más, electrodos - dependiendo de las mediciones a realizar
y del tamaño de la cabeza. Otras técnicas de recogida de la actividad eléctrica en el cerebro se realizan a través de "cápsulas de electrodos" (electrode caps), en los que los electrodos ya están introducidos en el tejido plástico de una cápsula de desviación que se pasa sobre la cabeza, o electrodos aislados que se fijan al cuero cabelludo |