Sala 2: Historia

Die Geschichte der Epileptololgie La historia de la epileptología

Krankheit der 1000 Namen Enfermedad de los 1000 nombres (mit Epilepsiename des Tages)

stationäre Einrichtungen für Anfallkranke Centros hospitalarios

Epilepsiekranke während der Zeit des Nationalsozialismus Los enfermos de epilepsia en el Tercer Reich


La historia de la epileptología

(La epilepsia como ciencia médica a lo largo de las épocas históricas)

La ciencia sobre el cuadro clínico de la epilepsia no se desarrolla de manera continuada a lo largo de los siglos. El saber epileptológico era, por ej. en la Edad Media cristiana menor que en la época del médico griego Hipócrates - ¡más de 1500 años antes!

- griechische Medizin -
Hippokrates (ca. 460-375 v.Chr.)
Hippokrates
(ca. 460 - 377)
- römische Medizin -
Galen (129 - ca. 200)
Galen
(129 - ca. 200)
- byzantinische Medizin -
Alexandros von Tralleis (525-605)
A.v. Tralleis (?)
(525 - 600)
- arabische Medizin - Avicenna (980 - 1037)
Avicenna
 (980 - 1037)
Mittelalter
Mittelalter
Zeitenwende
Zeitenwende
- Renaissance -
Paracelsus (1493 - 1541)
Paracelsus
(1439 - 1541)
- 18. Jahrhundert -
Samuel Auguste Tissot (1728-1797)
S.A. Tissot
(1728 - 1797)
- 19./ 20. Jahrhundert -
John Hughlings Jackson (1835 - 1911)
J.H. Jackson
(1935 - 1911)

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Enfermedad de los 1000 nombres

Casi ninguna otra enfermedad ha tenido tantos nombres como la epilepsia a lo largo de la historia.

Lo que quiere decir que la humanidad de todos los tiempos se ha ocupado de forma intensiva con esta enfermedad. Hay varios motivos que explican este interés:

uno porque se trataba y se trata de una enfermedad muy frecuente: un 0,5% de todas las personas padecen esta enfermedad.

Otro la reacción de miedo y temor que en muchas personas provoca la imagen característica de esta enfermedad - la "gran crisis" - a lo largo de todos los tiempos se ha intentado definir estos sentimientos con palabras.
Tenemos que reconocer que en los primeros siglos la denominación de una persona, objeto o también de una enfermedad cobraba un significado mucho mayor que el que hoy tiene. Estar autorizado para dar nombre o averiguar el nombre de otro significaba tener poder sobre él; no estar autorizado para nombrar algo o poder dar nombre a algo significaba estar a merced de ese algo (por ej. "la innombrable calamidad"). El poder dar nombre a una enfermedad, demostraba el afán y la esperanza de no quedar expuesto a la misma.

Los diferentes nombres que la enfermedad recibió a lo largo de los tiempos, demuestra cuál fue para cada una de las épocas la etiología de la enfermedad (por ej, "enfermedad lunar": una enfermedad motivada por las diferentes fases lunares; "enfermedad demoníaca": mal ocasionado por espíritus dañinos). Esta variada denominación permite deducir el nombre de sus creadores y su modo de enfrentarse a la vida (por ej. "azote de Christo": con esta denominación Cristo aparece como dador sin permitir dudas sobre su poder para castigar).

El estudio de la variada denominación que la epilepsia ha recibido a lo largo de su historia nos permite conocer más de cerca los antecedentes médicos, culturales-históricos y sociales de esta enfermedad.

Como ejemplo de esta tesis mostramos aquí la explicación del nombre dado a la epilepsia por el antiguo Egipto "nesejet":

nesejet

Jeroglíficos hablados

Jeroglíficos mudos

Wellenlinie

Linea de ondas: n

Kobraschlange

Serpiente cobra: "procedente de Dios"

Stoffballen

Telas: s

schlagender Mann

Hombre golpeando: "peligro"

2 Schilfblätter

2 hojas de caña: j

Zur Aussprache des Wortes 'nsjt' muss zwischen den einzelnen Konsonanten ein 'e' eingeschoben werden.

Brotlaib

Pan: t

Según la forma de pensar de los antiguos egipcios lo que el nombre de la enfermedad "nesejet" denominaba era una enfermedad enviada por Dios y sumamente peligrosa.

Fuente: H. Schneble, Krankheit der ungezählten Namen, Huber-Verlag Bern, 1987, p. 9-11

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Centros hospitalarios

Hasta el siglo XIX no existieron en Alemania instalaciones especializadas para enfermos epilépticos. Cuando se hacía imposible su cuidado dentro del seno familiar por la gravedad y frecuencia de las crisis o por minusvalías añadidas a la enfermedad (psíquicas o físicas), se recluía a los enfermos a menudo en cárceles, manicomios o leproserías (lugares de estancia para "leprosos").

El primer sanatorio abierto en Alemania para "epilépticos" fue inaugurado en 1855 por el Dr. F. A. Reimer en Görlitz. En 1862 se fundó como un centro especializado en Tettnang (Lago de Constanza) el "sanatorio y custodia de enfermos epilépticos en Pfingstweide". En 1867, en las proximidades de Bielefeld se creó un asilo para chicos epilépticos - base de lo que fue después el centro de epilepsia de Bethel. En 1892 se inauguró el "sanatorio y asilo para niños epilépticos".

Francia fue un país pionero en la creación de centros para enfermos epilépticos: en un antiguo almacén de salitre de una fábrica de pólvora en París se levantó el "Hôpital de la Salpêtrière". Ya en el siglo XVIII y primeros del XIX enfermos psíquicos y epilépticos recibieron tratamientos y cuidados adecuados.
La "Salpêtrière" (para mujeres) junto al centro edificado más tarde el "Hospice de Bicêtre" (para hombres) llegaron a convertirse en el siglo XIX en centros médicos de gran prestigio para enfermos cerebrales, psíquicos y pacientes aquejados por crisis epilépticas.


Los enfermos de epilepsia en el Tercer Reich

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